FUENTE:
Robles Valdés Gloria,
Alcérreca Joaquín Carlos
Se requiere redefinir el
papel del administrador como un estratega tecnológico de la información que
además de conceptualizar las tecnologías de la información como herramientas
globales en constante innovación que permiten obtener, almacenar, procesar,
compartir, eficientar y distribuir la información en un menor tiempo y mayor
precisión, es consciente de que la única manera de transformarlas en ventajas
competitivas sostenibles es mediante su aplicación distintiva en la toma de
decisiones.
El perfil analítico que
requiere este nuevo administrador permitirá evaluar la brecha que existe para
que la información sea valorada y utilizada de manera eficiente, investigando
continuamente respuestas a interrogantes como:
·
¿Es coherente la información que se
selecciona, aplica y distribuye en la empresa con su misión y cultura organizacional?
·
¿Cuáles son los mecanismos que se utilizan
para recabar la información interna y externa y cuál es el porcentaje de
inversión destinado a actualizar, mejorar y alinear estos instrumentos?
·
¿En que porcentaje es aplicada la información
para la toma de decisiones en las distintas estrategias que se requiere
planear, controlar, instrumentar y evaluar, sean estas estrategias de índole
reactiva, proactiva o pasiva a su entorno?
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